Durante la primera Guerra Mundial, hubo ucranianos en ambos bandos, 250.000 en el ejército austriaco y unos 3.5 millones en el ejército imperial ruso. Los austro-húngaros formaron la Legión Ucraniana, esta unidad fue la base del ejército ucraniano que posteriormente y una vez finalizada la guerra luchó contra los bolcheviques y los polacos, pues una parte importante de la Galitzia quedó encuadrado dentro de las fronteras polacas tras la guerra. Tras el colapso de los imperios Ruso y Austriaco los ucranianos declararon la República popular de Ucrania, y en el periodo que va hasta 1919 surgieron varios estados ucranianos, la República Popular Ucraniana, el Hetmanato, el Directorio de Ucrania y la República Socialista Soviética de Ucrania se establecieron sucesivamente en los antiguos territorios del Imperio ruso; mientras que en el antiguo territorio austro-húngaro surgió la efímera República Popular de Ucrania Occidental.
En 1919 se firmó la unión de la República Popular ucraniana, con la República Popular de Ucrania occidental, pero en la guerra Polaco-Ucraniana que se sucedió a continuación el ejército ucraniano fue derrotado, los polacos continuaron su ofensiva contra la Rusia llegando a tomar Kiev, pero fueron finalmente derrotados y se firmó la Paz de Riga entre la Rusia y Polonia que se repartieron el territorio ucraniano formándose en la zona dominada por Rusia la República Socialista Soviética de Ucrania que se convirtió en una de las repúblicas fundadores de la URSS.
La Revolución Rusa y la guerra entre bolcheviques y rusos blancos supuso que millón y medio de ucranianos muriesen, sufriendo la hambruna de 1921 causada por la economía de guerra de Lenin, no obstante, durante esa década se produjo un movimiento de ucranización en el que la cultura ucraniana y su lengua florecieron, al amparo de las políticas impulsadas por Lenin, pero todo esto duró solo hasta 1930 donde la llegada al poder del estalinismo cambió radicalmente la situación.
Xabier Ormaetxea Garai.
Presidente de Fundación Ekialde